Si te preguntas cómo empalmar cables, debes tener presente que es un proceso con cierto riesgo, por lo que es importante conocer el modo de hacerlo con seguridad para garantizar tu total protección.
En algunas tareas de electricidad y automoción, es necesario unir dos o más conductores en un mismo punto del circuito eléctrico, aumentarlo de longitud, arreglar alguno que se ha cortado accidentalmente, crear una conexión en la que hay que empalmar un portafusibles, conectores, portareles, etc., por lo que te contamos en este post cómo empalmar los cables.
En estos procesos, hay que buscar una conexión perfecta y precisa para que no surja ningún problema en el futuro y que sea un empalme que perdure en el tiempo, siendo sometido a cambios de temperatura, vibraciones e inclemencias del tiempo.
Es fundamental tomarse en serio este trabajo, puesto que gran parte de las averías se originan por un mal empalme realizado con anterioridad, muy complicado de detectar.
Antes de continuar, reiteramos el riesgo que supone manipular cualquier sistema eléctrico, por lo que es fundamental conocer ciertas reglas básicas, como utilizar los equipos de protección requeridos, las herramientas más indicadas y actuar en unas condiciones óptimas.
El escenario más seguro para esta actividad, por tanto, es aquel en el que se han cortado previamente la corriente.
Para este cometido, nos podemos encontrar con distintos tipos de cables:
Una de las tareas imprescindibles para empalmar cables es pelarlos previamente.
Hay varios métodos para ello: uno de ellos, el más tradicional y preciso, es usar un pelacables, que tienes que regular según la sección del cable.
Si no cuentas con uno, tienes como alternativa las tijeras de electricista, que son menos efectivas, ya que puedes cortar parte de la sección del cable si no eres un experto en el tema.
Al pelarlos, es fundamental unir los cables hasta que queden bien trenzados tras quitar la funda protectora, sin ningún filamento interno suelto.
Si quieres conectar los cables en una clema o regleta de conexión, lo mejor es asegurar que se unen las puntas de los cables, dejando un mínimo de un centímetro de cable pelado y trenzado entre sí.
Para este cometido, asegúrate de que el cable esté prensado por las dos bornas, que no sobresalga parte del cable pelado fuera de la regleta y que la protección del cable quede a ras de este unificador para que no exista riesgo de cortocircuito.
Si quieres realizar conexiones más seguras y sencillas, puedes recurrir a otros elementos como las terminales prensadas, que conectan mecanismos como enchufes o interruptores de un modo más seguro.
Las regletas se encuentran en el mercado con dos tipos de conexiones: por un lado están las prensadas, las cuales permiten la unión mediante el uso de un destornillador que prensa el cable pelado por la parte pelada, siendo la conexión más segura; por el otro, están las de grapa, que son aquellas que disponen de una pequeña pestaña que hay que presionar para introducir el cable.
Lo que tienen en común estas dos opciones es que tienes que usar enchufes de 2,5 mm e interruptores de 1,5 mm de sección. Si no, puedes pelar el cable y dejar los filamentos trenzados para que esa unión no se suelte.
Según el proceso, los medios empleados y el resultado obtenido, podemos diferenciar clases de cables:
En Termired, disponemos de un equipo de profesionales especializados en la manipulación de estos conductores, por lo que, si necesitas realizar alguna modificación en un sistema eléctrico, lo mejor es que lo dejes en manos de expertos del sector.
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